Estado
Ejecutado
El proyecto surge a partir de un equipo de mujeres profesionales de las ciencias sociales y ambientales convocadas desde el Centro de Estudios Sociales de Chiloé (CESCH). La iniciativa se propone desde el interés por desarrollar las posibilidades de adaptación que a nivel local presentan tres comunidades costeras frente al cambio climático, potenciando una forma de investigación participativa con sentido territorial que entregue herramientas a las comunidades para fortalecer la acción colectiva en su maritorio.
La iniciativa se desarrolla en tres localidades costeras de Chiloé ubicadas en tres comunas del centro y sur del archipiélago: Chonchi, Puqueldón y Quellón. Se trabaja participativamente con una diversidad de organizaciones: comunidades indígenas, sindicatos de recolectoras de orilla, juntas de vecinos/as, escuelas rurales, y ECMPO (Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios), con quienes se han abordado las posibilidades de adaptación al cambio climático en base a las propias concepciones, conocimientos y necesidades del maritorio que habitan.
Bajo el escenario global que presenta el cambio climático, el país ha establecido que este fenómeno corresponde al cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera mundial, y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables (Ley Marco de Cambio climático N°21.455).
En el sur del país, las predicciones científicas señalan que el archipiélago de Chiloé poseería alta vulnerabilidad climática debido a la fuerte interacción ambiental, cultural y productiva existente en las zonas costeras. En este sentido, se observa que Chiloé ya está siendo afectado por emergencias que se consideran como evidencias del cambio climático (y que pueden verse también intensificadas por acciones antrópicas locales), como las sequías y la menor disponibilidad de agua dulce, entre otros fenómenos que se han visualizado a lo largo de la iniciativa.
A su vez, existe un fuerte impacto por actividades y eventos críticos que se relacionan con efectos antrópicos o humanos, ya sean asociados al cambio climático global o a la amplia e intensa presencia de la industria acuícola en el mar oriental del archipiélago, como son las faenas de salmonicultura y/o mitilicultura a gran escala. Por tal motivo, la iniciativa de adaptación climática en ejecución considera la especial trascendencia que tiene la zona costera y marina para la vida y economía insular de la región, y, por tanto, la necesidad de visualizar formas de adaptación posibles frente al escenario de transformaciones constantes.
Así, el objetivo que guía el proyecto es evaluar las estrategias comunitarias y condiciones ambientales que contribuyen a la resiliencia y adaptación al cambio climático de 3 comunidades costeras que desarrollan actividades productivas y/o de protección en el mar de Chiloé.
La formulación y ejecución de este proyecto permite valorar los ecosistemas, saberes, prácticas y estrategias comunitarias de administración y manejo costero que contribuyen a la adaptación y resiliencia climática desde la comprensión de los procesos de ecosistemas marinos que son relevantes para diferentes actividades costeras. Con ello, se abre la oportunidad de monitorear de manera comunitaria y permanente el maritorio y el ecosistema marino donde el proyecto establece una línea base o una propuesta de camino, para que las comunidades pueden adecuar y transitar desde sus propias prácticas cotidianas en el mar.
Resultados del Proyecto
La investigación y trabajo se desarrolla a partir de cuatro objetivos específicos o líneas de trabajo, que se distribuyen y complementan a lo largo de tres etapas de implementación: inicio, desarrollo y término.
En la primera línea de trabajo se distinguen las condiciones ambientales de las áreas costeras estudiadas a través de la literatura e información científica referente a los cambios proyectados para la zona costera de Chiloé. Esto a su vez se gesta con un constante reconocimiento y valoración de los relatos y saberes comunitarios de las y los habitantes de las localidades participantes. Y luego se complementa la caracterización con datos de primera fuente a través de la realización de estudios oceanográficos con organismos científicos que colaboran con el proyecto, como el Centro i~mar de la U. de Los Lagos y el Centro INCAR de la U. de Concepción.
En la segunda línea de trabajo, se proponen monitoreos técnicos-comunitarios de las áreas estudiadas, fomentando la importancia de tal método como práctica de observación, percepción y registro constante, que se perfila desde la ciencia ciudadana, por ejemplo, gestionando desde las comunidades la toma de muestras frente a contingencias ambientales.
En la tercera línea de trabajo, se identifican prácticas y manejos costeros como acciones climáticas, especialmente considerando el ámbito productivo. En este sentido, se han realizado talleres de cartografía social participativa que han aportado valiosa información para las diferentes líneas de acción del proyecto en su constante integración de resultados.
La última línea de trabajo refiere a la elaboración de una métrica social, entendida como una herramienta para las comunidades generada desde metodologías participativas y que recoge la información generada a lo largo del proyecto. La propuesta de métrica social permitirá, por una parte, reconocer dimensiones necesarias para la adaptación, como monitorear desde las comunidades las posibles modificaciones asociadas al cambio climático en estas dimensiones, finalizando con recomendaciones de soluciones basadas en la naturaleza y con sentido territorial.
En ese sentido, dirigiéndose desde los marcos que plantea la acción climática y la educación ambiental, la última etapa del proyecto plantea la integración de resultados de las 4 líneas de acción que lo componen. Esto culminará con la entrega de resultados que contemplan: la síntesis de resultados científicos, insumos de monitoreo comunitario, productos ilustrados que realzan saberes y prácticas locales, y recomendaciones para la adaptación y la gobernanza comunitaria, aportando así a la organización, manejo, conservación y adaptación de las zonas costeras estudiadas.
Medidas de Éxito
Parte importante del éxito del proyecto se sustenta en el involucramiento de las comunidades, por ello ha sido clave considerar sus intereses para contar con una participación real y efectiva. En este sentido, una manera de medir el éxito de la iniciativa se vincula con producir reflexiones al interior de las comunidades costeras respecto a las transformaciones que propicia el cambio climático en el entorno, y si es que eso deriva en acciones concretas hacia la adaptación.
Otra medida de éxito se relaciona con la cantidad de participantes, que ha sido continua y en algunos momentos se ha ampliado, lo que indica interés (tanto en receptividad como en agencia) por parte de las y los habitantes de los tres territorios.
A la vez, la experiencia de educación ambiental que propone el proyecto ha sido diseñada colaborativamente con docentes de las escuelas rurales participantes, quienes son parte de las localidades en que se desarrolla la iniciativa y valoran el desarrollo de ésta. En esa línea, establecer tales vínculos y posibilitar un trabajo conjunto también se considera una medida de éxito.
En cuanto al éxito posterior de la iniciativa de acción climática, las medidas o recomendaciones elaboradas a partir de las cuatro líneas de trabajo del proyecto quedarán disponibles para ser usadas bajo los términos que cada comunidad costera decida con los servicios públicos relacionados a la administración costera, al cambio climático y a los gobiernos municipales de cada localidad.
Organización a Cargo del Proyecto
Centro de Estudios Sociales de Chiloé.
Socios
El Laboratorio de Toxinas Marinas de Castro; el Centro i~mar de la U. de Los Lagos; y el Centro INCAR de la U. de Concepción.
Financiadores
Packard Foundation.
Fecha de Comienzo – Fecha de Finalización
Enero 2022 – Diciembre 2022.
Región
Los Lagos.
Ubicación
El proyecto se realizará en tres comunidades costeras de Chiloé: Marico, en la localidad rural de la comuna de Puqueldón; Terao, como localidad rural de la comuna de Chonchi; y dos comunidades indígenas que forman parte de la asociación de comunidades del ECMPO de Coldita, en Quellón.
Desafíos
Las comunidades costeras que participan del proyecto presentan similitudes en algunas de sus características, sin embargo, también poseen diferentes perfiles, formas de organización y vinculación con y desde las zonas costeras que habitan. Esta distinción plantea un esfuerzo que implica un aprendizaje continuo para responder a la diversidad en las formas de participación, retroalimentación y el cumplimiento colaborativo de los propósitos de la iniciativa.
Por otro lado, un desafío crítico ha sido comprender, dimensionar y traspasar a las comunidades participantes el carácter de urgencia climática con que se debería afrontar el proyecto y la posibilidad de adaptación frente al cambio climático. Comprender esta condición de emergencia climática es la base para lograr un mayor compromiso por parte de las comunidades costeras y sus organizaciones, que contribuye a considerar el proyecto como una oportunidad concreta, directa y anticipada que favorece la adaptación.
Es retador, a la vez, desarrollar un proceso participativo, flexible y considerando tiempos acotados, que sea compartido con las comunidades, y que se va transformando y validando con el involucramiento de éstas. En ese camino, el proyecto exige fortalecer las coordinaciones necesarias para retroalimentar adecuadamente su propio diseño y ejecución a lo largo del proceso, y considerando variados/as actores/as y organismos colaboradores.
Una dificultad transversal a las tres localidades costeras con las que se desarrolla el proyecto se relaciona con las actividades productivas intensivas o extensivas a escala local/regional que conllevan un manejo perjudicial para el ecosistema costero (especialmente los efectos acumulativos que derivan de la acuicultura, como la contaminación de los fondos marinos y playas), pues tensionan las posibilidades futuras de las comunidades y responden a un marco económico, político y normativo que supera con creces la escala local y territorial. Por otra parte, desafíos como el cambio climático en una escala global, implican riesgos y variabilidad que ponen en tensión las formas y mecanismos con que las comunidades resuelven su cotidianidad, así como la proyección en el tiempo de sus prácticas de subsistencia.
Necesidades
Para el proyecto es importante reflexionar en torno a las perspectivas a futuro de iniciativas como ésta en el contexto actual de cambio climático, considerando que, a nivel local, las políticas, recursos y lineamientos aún son insuficientes o sencillamente inexistentes, y que hay interés de conocimiento, preparación y adaptación a los cambios observados en Chiloé por parte de los y las habitantes de la zona costera. Sin embargo, el cruce de estas condiciones sociales no siempre encuentra sinergia y facilidades para concretarse, por ende, las acciones para mitigar y adaptarse a este fenómeno requieren priorizarse en el presente.
Contacto
Vladia Torres Herrera