Por Rosa Tapia Cárdenas
La influenza aviar es una enfermedad causada por el virus H5N1, altamente contagiosa, que ingresó a nuestro país a través de las aves migratorias en época estival. Este virus afecta a aves silvestres y domésticas, y eventualmente puede trasmitirse a otras especies como mamíferos y humanos; se transmite por contacto directo, por medio de las secreciones de aves infectadas y fómites.
Se esperaba que, con el término de la época de verano y la retirada de las aves migratorias al hemisferio norte, el riesgo para nuestro país disminuyera. Sin embargo, el virus fue capaz de alojarse en la fauna endémica, lo que genera un estado de incertidumbre que mantiene a las autoridades en alerta.
Este virus de alta morbilidad y mortalidad hizo que varios reconocieran la importancia del concepto “Una Sola Salud” (One Health) que propone la Organización Mundial de la Salud, que pone énfasis en la relación de la salud ambiental, animal y humana como un todo considerando la interacción de los tres actores en un mismo ambiente. Es por esto la relevancia que adquiere el estudio de la biodiversidad de una localidad, lo que nos podría ayudar a predecir y prevenir eventos y situaciones como la que se vive actualmente.
El caso de isla Santa María
La isla Santa María está ubicada a 32 kilómetros de las costas de la comuna de Coronel, y pertenece administrativamente a ésta. Tiene 2.200 habitantes y su superficie es de 35 km2; su principal actividad productiva está ligada al mar, por la extracción de algas y pesca artesanal. Este territorio insular posee ecosistemas que propician el desarrollo de una rica biodiversidad, destacando la alta abundancia de aves. En la isla se ubican dos de las más grandes loberías existentes en la región de Biobío, una localizada en el sector de puerto sur y la otra en un islote que se encuentra al extremo norte, ambas protegidas de la acción antrópica por su ubicación y difícil acceso.
La población de lobos marinos de esta localidad se ha visto altamente afectada presumiblemente por el virus de la influenza aviar. A principios del mes de abril de 2023 se detectó la presencia de 102 lobos muertos y uno de ellos en agonía, y debido a la signología y alta morbilidad y mortalidad, hizo sospechar que estaban afectados por el virus H5N1. Sin embargo, los resultados arrojaron negativo, aunque el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura no descarta que los resultados sean un falso negativo debido al carácter de la patogenia de esta enfermedad.
La situación que está afectando a la fauna silvestre puede tener efectos devastadores sobre la biodiversidad y nos permite debatir respecto a la capacidad de los servicios dedicados a la fauna silvestre, los protocolos instaurados y el enfoque de aquellos, no solo de evitar la zoonosis, sino también la preocupación por estas especies que, a pesar de que su estado de conservación sea de preocupación menor (LC), esta epizootia podría ser considerada una amenaza para la conservación de esta especie en sitios de grandes colonias como esta isla.
El registro de fauna presente en la isla ha sido realizado principalmente por iniciativas de entes particulares de amantes de la naturaleza, pero no constituyen un registro sistematizado aplicable a políticas públicas en este territorio. Es por ello que es necesario contar con un monitoreo continuo de la biodiversidad presente en esta isla, lo que se podría lograr contando con una figura legal de protección para Isla Santa María.
