Comunas costeras 2050

Cristóbal Barros

Tepual Conservación

Invitados por Plataforma Costera a reflexionar sobre la protección del litoral, Tepual Conservación integra capacidades para compartir ideas a propósito de las comunas costeras. En un horizonte de 30 años, más allá de lo turístico y entendiendo al municipio como pivote articulador de la relación entre lo público y lo privado, es posible identificar oportunidades para una planificación y gestión sustentable del “maritorio”. Nos referimos a esa superficie de mar, costa y tierra, que incluye a los cuerpos de agua interior. A través de un análisis de casos, revisión de literatura y estudio del estado de arte de ciertos instrumentos de planificación territorial, es posible avanzar en algunas definiciones para posicionar a estos gobiernos locales, como laboratorios de buenas prácticas ambientales, escalables a nivel nacional y Latinoamericano.

Redefinición de borde costero. Las comunas costeras deben contextualizar sus desafíos locales de planificación y gestión dentro de un marco-país, como lo es, la revisión y actualización de la Política Nacional de Uso del Borde Costero. Ésta corresponde a una mirada pública de los años noventa desde la Cartera de Defensa, que no se condice con los desafíos actuales. Lo que se entiende por “borde” debe ser ampliado a “zona”, a través de un modelo de coordinación inter-institucional que dé cuenta de diferentes competencias del Estado y la necesidad de una gestión integrada multi-nivel, dotando a los municipios de facultades para proteger y guiar el desarrollo de una superficie con diferentes intereses de uso. Y es que en la zona costera se ubican 104 de las 345 comunas del país, habitando aproximadamente 5.5 millones de personas. Es ahí donde se realizan importantes actividades económicas, como la pesca artesanal, movimiento de carga portuaria, inversiones turísticas, desarrollo inmobiliario y generación eléctrica. Y es justo ahí, donde el mar toca el continente, que se crean y recrean procesos biológicos indispensables para sostener especies y ecosistemas.

Soluciones basadas en la naturaleza. Las comunas costeras tienen una rica pero amenazada biodiversidad. Dependiendo del caso especifico del que se trate, encontramos playas erosionadas y campos dunares, humedales, campos de algas y desembocaduras de ríos, en riesgo por presiones antrópicas. Considerando las proyecciones científicas que alertan sobre un incremento en el nivel del mar y un aumento en la cantidad e intensidad de eventos extremos en las costas de Chile, los municipios deben ser capaces de invertir en soluciones basadas en la naturaleza. Nos referimos una gestión local que permita resguardar y regenerar el capital natural municipal. Primero, mediante la priorización de sitios comunales de alto valor de conservación, debido a los servicios ecosistémicos que éstos proveen para enfrentar los riesgos climáticos. Su protección debiese comenzar por controlar sus amenazas, mediante una regulación efectiva, combinación de comando-control y mecanismos de marcado. Segundo, a través de la construcción de infraestructura para la restauración y rehabilitación de humedales, dunas y playas, así como obras de ingeniería para la creación de arrecifes artificiales y/o cinturones verdes contra inundaciones-marejadas.

Aprender de casos reales. Las comunas costeras deben compartir y conocer experiencias de sus pares, pues no serán ni los primeros ni los últimos gobiernos locales desafiados por planificar y gestionar sustentablemente sus territorios. En Chile hay casos que vale la pena estudiar en profundidad. La comuna de Navidad creó el primer Santuario de la Naturaleza Marino, a través de la colaboración con la academia y pescadores artesanales, logrando así la protección del bosque submarino del alga parda calabacillo. La comuna de Frutillar realizó un proceso amplio de participación ciudadana, el cual permitió diseñar un plan maestro urbano para avanzar en la implementación una ciudad sustentable. Santo Domingo cuenta con un Santuario de la Naturaleza en un humedal costero, que innova a través  del decreto que lo crea mediante un modelo de gestion publico-privado. La comuna de Maitencillo cuenta con sindicatos de pescadores conservando biodiversidad marina a través de zonas de exclusión de pesca. Las comunas de Los Lagos, Máfil y Alhué incorporaron el concepto de Paisaje de Conservación, categoría de protección de la UICN que promueve una conservación de la biodiversidad fuera de los límites de áreas protegidas.

Resiliencia a través del co-diseño. Comunas costeras de aquí a 30 años más, responde a una mirada de largo aliento capaz de idear soluciones locales para soportar shocks socio-ecológicos, tanto externos como internos. Mientras entre los primeros encontramos al Cambio Climático (marejadas, mega-sequía, erosión e incendios) y movimientos poblacionales propios de la post-pandemia; entre los segundos encontramos la desactualización de los Planes Reguladores Comunal y la ausencia de Planes Reguladores Intercomunales, así como la falta de una planificación y gestión integrada de la zona costera; todo esto, con los correspondientes vacíos normativos para un uso inteligente de suelo costero, urbano y rural. Son tantos, tan variados e impredecibles estos shocks, que frente a la incertidumbre hace falta un proceso de ideación especial, mediante una mezcla de participación multi-actor, innovación aplicada a través del prototipado, presupuesto semilla para la acción y un fuerte liderazgo local. Estos son algunos de los aprendizajes claves del desafío 2018 realizado en la Bahía de San Francisco, California. Grupos heterogéneos de ciudadanos pensaron durante un año cómo hacer frente a la incertidumbre, mediante la creatividad interdisciplinaria, el diálogo social y el compromiso individual.

Las imágenes de Los Molles, Algarrobo y el Estero Marga-Marga luego de las intensas lluvias de junio 2020, que grafican con elocuencia cómo el mar reclama lo suyo, sólo confirman estas 4 definiciones. Éstas trazan el inicio de una hoja de ruta que Tepual Conservación busca recorrer junto a otros. En este sentido esta columna, más que una opinión, es una invitación a quienes quieran sumarse a pensar en el futuro de la planificación para la conservación. Porque más que sólo de comunas costeras, de lo que estamos hablando aquí es de imaginar una nueva forma de habitar el espacio donde se encuentran el agua con la tierra. Si esto es relevante en cualquier país, es estratégico en un territorio con cientos de cuencas hidrográficas y una extensa zona costera como lo es Chile.

Biografía

Cristóbal Barros es abogado de la Universidad de Chile con Magíster en Medio Ambiente y Desarrollo en London School of Economics and Political Science. Durante los últimos quince años ha trabajado como consultor en temas de medio ambiente, cooperación internacional y gestión de proyectos, para Naciones Unidas, Wilson Center, gobiernos de Chile y Estados Unidos, entre otras instituciones. Socio de Tepual Conservación, entidad que co-diseña soluciones innovadoras para la protección de la diversidad de formas de vida natural en Chile y Latinoamérica, tanto en ecosistemas terrestres como marinos.

cristobal.barros@tepualconservacion.cl

 

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