Con la presencia de autoridades regionales de Corfo, Core Coquimbo, Subpesca y Sernapesca se llevó a cabo el acto de inicio de la liberación de 45 mil ejemplares de corvina desde las instalaciones del Centro Acuícola Tongoy (CAT) en la Región de Coquimbo. La actividad tiene fines de repoblamiento de la especie nativa y se realizó en el marco de la finalización del Programa Corvina, iniciativa para la diversificación acuícola apoyada por Corfo y ejecutada por Fundación Chile.
El continuo descenso del desembarque de corvina y el interés por recuperar los ecosistemas marinos impulsaron esta acción de repoblamiento, cuya contribución a la pesca será monitoreada en 2024 a través de marcadores genéticos de la especie.
De acuerdo con John Barraza, director del Programa Corvina, “países con alto consumo de pescado, como es el caso de Japón, han probado la efectividad de los programas de repoblamiento con ejemplares de cultivo para la recuperación de las pesquerías afectadas por la sobre extracción. Por eso esperamos que esta liberación contribuya a una mayor presencia de corvina en estas costas, una incidencia que mediremos en un año más”.
Sebastián Acevedo, gerente de Negocios y Finanzas de Fundación Chile, enfatizó que “este evento marca el cierre de un ciclo exitoso de desarrollo tecnológico de más de una década a través del Programa Corvina, tras el cual es posible incorporar una nueva especie y la capacidad productiva para generar desarrollo económico para el país”.
El ejecutivo explicó que se trata de una iniciativa que supera el interés económico, considerando que la corvina “es una especie nativa, con identidad local, reconocida en la tradición culinaria de esta parte del mundo y con un alto valor nutricional”.
En tanto, Andrés Zurita, director regional de Corfo, valoró “el largo camino recorrido en conjunto con Fundación Chile para llegar al desarrollo de esta tecnología de cultivo”. Sostuvo además que, en Chile “somos reconocidos como uno de los líderes mundiales en acuicultura, pero eso está basado en especies exóticas como el salmón. Por lo tanto, esta es una real oportunidad de entregar conocimiento de especies endémicas, generar estos paquetes tecnológicos y ponerlos en práctica para beneficio de las comunidades de pesca y también de la economía”.
"Países con alto consumo de pescado, como es el caso de Japón, han probado la efectividad de los programas de repoblamiento con ejemplares de cultivo para la recuperación de las pesquerías afectadas por la sobre extracción. Por eso esperamos que esta liberación contribuya a una mayor presencia de corvina en estas costas, una incidencia que mediremos en un año más".
Corvinas en libertad
Antes de ser liberados, los ejemplares de corvina pasaron de los sistemas de recirculación (RAS) a estanques con flujo abierto al mar, lo que les permitió ir aclimatándose progresivamente al cambio de ambiente antes de ser liberados a través de una tubería que conectó las instalaciones del CAT con la bahía de Tongoy.
Los invitados a la ceremonia de liberación pudieron observar el proceso en los estanques y luego, sobre embarcaciones frente al CAT, participar del acto simbólico de lanzar un centenar de ejemplares al mar.
Según Tatiana Castillo, presidenta de la Comisión Fomento Productivo, Ciencia-Tecnología e Innovación del Consejo Regional, “este programa está haciendo un aporte generoso para la región. Vemos que, después de años de desarrollo, llega a este objetivo final de tener una tecnología que permite producir esta cantidad de ejemplares de corvina y contribuir a repoblar las costas de la Región de Coquimbo”. Agregó que “con esta liberación, va a generarse un beneficio para nuestros pescadores y para el consumo de un producto de la zona”.
La directora regional del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), Cecilia Solís, puso el acento en el sello regional de la corvina y en la importancia de “fomentar la identidad con las especies locales. En nuestra zona, siempre están llegando pescados de Lebu y más al sur, por lo que creo que es muy positivo potenciar este tipo de actividades con una especie que es nativa de esta zona, como es la corvina. Es bueno tanto para nuestros consumidores, como para los pescadores artesanales”.
Desde la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), el director zonal Javier Chávez comentó que “más allá de la liberación propiamente tal, acá hay un desarrollo tecnológico que permite que finalmente se realicen acciones como ésta, con un impacto positivo en el medio marino. Por eso es relevante para nosotros haber participado de este hito y estar dialogando con los actores de la pesca y la acuicultura”.
El Programa Corvina se inició el 2010, en el marco de las iniciativas para la diversificación de la acuicultura nacional, actividad concentrada en salmónidos y mejillones (choritos). La corvina (Cilus gilberti) es una especie nativa, que se distribuye desde el norte de Perú hasta la zona de la isla de Chiloé por el sur. Es altamente demandada por sus atributos nutricionales y gastronómicos.
"Somos reconocidos como uno de los líderes mundiales en acuicultura, pero eso está basado en especies exóticas como el salmón. Por lo tanto, esta es una real oportunidad de entregar conocimiento de especies endémicas, generar estos paquetes tecnológicos y ponerlos en práctica para beneficio de las comunidades de pesca y también de la economía".