El pasado martes 16 de enero, el Senado aprobó de forma unánime la ratificación al Acuerdo sobre la conservación y uso sostenible de la biodiversidad marina en áreas más allá de la jurisdicción nacional o BBNJ, por sus siglas en inglés, convirtiendo a Chile en el primer país del mundo en ratificar el tratado.
¿Por qué es importante este Acuerdo?
Hasta el momento, ningún país del mundo tenía potestad para tomar decisiones sobre la diversidad biológica en aguas internacionales, lo que desencadena una serie de conflictos y competencias por el uso de los recursos, sin forma de regulación.
¿Cuáles son los alcances del Tratado?
Uno de los grandes beneficios de este Tratado es que otorga a los estados o grupos de estados, el poder para la creación de áreas marinas protegidas de alta mar, dando potestad a los estados para promover la conservación y uso sostenible de la biodiversidad marina en aguas internacionales.
Asimismo, se podrá avanzar en la Agenda 2030 que busca, dentro de otros lineamientos, proteger el 30% del océano de forma eficaz y en una administración equitativa.
El Tratado de Alta Mar también incluye la obligación de generar sistemas y lineamientos para la evaluación del impacto ambiental de actividades en alta mar, como por ejemplo la búsqueda de fuentes de energía o la geoingeniería.
Por otro lado, se busca generar lineamientos para disminuir la temperatura del océano, su contaminación y promover mayores recursos para la investigación y conservación de la diversidad genética marina de aguas internacionales, haciendo del océano, un ecosistema más saludable y sostenible.
¿Cuáles son los siguientes pasos?
La ratificación de Chile al Tratado es solo un paso para hacer efectivas las medidas. En este sentido, se requiere de 60 países que ratifiquen el Acuerdo para que, luego de 120 días, este sea depositado en las Naciones Unidas para entrar en vigor.