Construcción de capacidades para el monitoreo efectivo de la zona costera

Por Matías Alcalde y Franco Guillón

Chile California Council

El Consejo Chile California, en el marco de su trabajo por la Resiliencia Costero-Marina y su programa Chile California Conservation Exchange, recientemente gestionó la visita a Chile de Dirk Rosen, fundador y director ejecutivo de MARE, organización que monitorea la red de Áreas Marinas Protegidas de la costa de California desde hace más de 20 años utilizando robots submarinos para aguas profundas.

El objetivo principal de la visita fue transferir aprendizajes de la experiencia de California en monitoreo y conservación costero-marina, y contó con la participación de investigadores científicos, universidades y autoridades locales del Ministerio del Medio Ambiente, Subpesca, Sernapesca e IFOP, entre otros. La visita dio pie a un posible proyecto piloto de monitoreo efectivo de biodiversidad marina en las Áreas Marinas Protegidas de Chile, que podría permitir adaptar la experiencia de California teniendo de referencia el Marine Life Protection Act de 1999 – una política pública de colaboración público-privada que culminó con la creación de 124 áreas marinas protegidas, con una efectiva gobernanza, manejo y monitoreo para proteger el océano y asegurar su resiliencia.

Conocer la biodiversidad de nuestros océanos y su variación en el tiempo es fundamental para tomar decisiones informadas e implementar políticas públicas en torno a su conservación. Sin embargo, se estima que más del 80% del océano permanece aún inexplorado debido a razones físicas que hacen de su estudio una tarea sumamente desafiante para los científicos. Y es que el fondo del océano es más profundo que el Monte Everest (invertido desde la superficie del mar), además de tener una presión atmosférica extrema, baja visibilidad, fuertes corrientes de agua y muy bajas temperaturas.

“En cierto modo, es mucho más fácil enviar gente al espacio que al fondo del océano. En una inmersión en el fondo de la Fosa de las Marianas, que tiene casi 11 kilómetros de profundidad, se está hablando de más de 1.000 veces más presión que en la superficie, lo que equivale al peso de 50 jets jumbo presionando su cuerpo”, dijo hace un par de años Gene Carl Feldman, Oceanógrafo del Goddard Space Flight Center de la NASA desde 1985.

Entonces, ¿cómo se explora el fondo marino? La manera más tradicional es mediante buzos humanos, donde la principal limitación es la profundidad. Los buceadores recreativos, por lo general, alcanzan profundidades de 20-40 metros, mientras que con mezclas de gases pueden alcanzar hasta 100 metros, para lo que se requiere certificación especial y diversos tanques de oxígeno con distintas composiciones de aire comprimido. Otras alternativas para alcanzar mayor profundidad y duración son vehículos ocupados por humanos (HOV) o vehículos operados a distancia (ROV), donde incluso se pueden alcanzar los rincones más profundos del océano.

El caso de California

La historia de la red de Áreas Marinas Protegidas (AMPs) de California se remonta a fines del siglo pasado, cuando el gobierno de California se enfrentó a una reducción inminente en la cantidad, variedad y tamaño de sus recursos marinos, principalmente debido a su sobreexplotación. Ante este escenario, y usando referencias de Australia y Nueva Zelanda, California implementó en 1999 el Marine Life Protection Act (MLPA), que estableció una red de 124 AMPs a lo largo de la costa en un proceso de 10 años.

La idea era simple y alentadora: al definir un área costera de no-extracción de recursos lo suficientemente extensa, se lograría preservar especies durante gran parte de su vida y aprovechar su potencial reproductivo, para luego permitir una migración hacia áreas cercanas menos pobladas. Usando como ejemplo el caso del pez de roca californiano Sebastes miniatus, comúnmente conocido como Red Snapper, especie en la que un individuo joven de menos de 1 Kg de peso puede tener 150.000 crías al año, el mismo pero más experimentado, con 3.5 Kg, puede alcanzar 1.700.000 crías al año. Este incremento exponencial demuestra que el tamaño sí importa en las especies, pues además se ha comprobado que la probabilidad de éxito de las crías también aumenta con la edad del progenitor.

El proyecto fue un éxito y sus resultados fueron monitoreados por MARE desde sus inicios. En 10 años, la población de peces había aumentado más de un 300%. No solo dentro de las AMPs definidas, sino también fuera de ellas, en zonas extractivas adyacentes, debido al desbordamiento o Spillover Effect. Además del aumento en cantidad de peces, se observó crecimiento de tallas (que es un proxy de la edad) y variedad, dando lugar a especies nunca antes vistas en la costa de California.

Actualmente, la red de AMPs de California cuenta con 124 zonas de conservación distribuidas a lo largo de toda la costa, equivalente al 15% del total de sus aguas. Junto a una correcta planificación y timming de implementación, el éxito del programa se explica por tres razones principales:

  1. Un diseño basado en la protección del ecosistema y sus interacciones, no en base a la protección única de las especies más amenazadas;
  2. una red independiente e interconectada de reservas marinas distribuidas en 4 zonas de norte a sur, abarcando porciones representativas de todos los hábitats ecológicamente relevantes; y
  3. un programa adaptativo y participativo basado en 4 pilares: Investigación y Monitoreo, para la medición de impacto y toma de decisiones; Aplicación y Cumplimiento, para ejercer el control de las leyes; Divulgación y Educación, para socializar y comunicar a la sociedad; y Políticas y Permisos, para ejercer una gobernanza y coordinación efectiva.

Hasta hoy, MARE Group es la organización encargada del monitoreo de las Áreas Marinas Protegidas de California, permitiendo el uso de la ciencia y la tecnología hacia fines de conservación de la naturaleza basada en datos.

Biodiversidad de peces en área predefinida de Isla de Gull, Massachussets, en 2009 y 2014 (MARE Group, 2015).
Biodiversidad de peces en área predefinida de Isla de Gull, Massachussets, en 2009 y 2014 (MARE Group, 2015).
Densidad promedio de peces fuera y dentro de AMPs de California entre 2005 y 2015 (MARE Group, 2015).
Densidad promedio de peces fuera y dentro de AMPs de California entre 2005 y 2015 (MARE Group, 2015).
Distribución de AMPs de California (California Department of Fish and Wildlife, 2022).
Distribución de AMPs de California (California Department of Fish and Wildlife, 2022).

Dirk Rosen ha dedicado su vida al estudio, monitoreo y conservación de las profundidades del océano y en 2003 fundó Marine Applied Research and Exploration (MARE Group) con la misión de explorar y documentar los ecosistemas de aguas profundas para ayudar en su gestión y conservación, una organización sin fines de lucro en la que se desempeña como director ejecutivo desde entonces. Para esto, diseñan, desarrollan y emplean sus propios ROVs y HOVs que permiten realizar inventarios de biodiversidad en aguas profundas y monitorear su desarrollo en el tiempo.

Figura 1: Flota de algunos vehículos de MARE Group para realizar el monitoreo submarino.
Figura 1: Flota de algunos vehículos de MARE Group para realizar el monitoreo submarino.

De este modo, cuentan con tecnología capaz de alcanzar 650 metros de profundidad y grabar imágenes de alta calidad para su análisis posterior (ver figura 1). Actualmente, MARE es la organización encargada del monitoreo de la red de Áreas Marinas Protegidas (AMP) de California, y hasta la fecha han documentado más de 2700 kilómetros de lecho marino solo en la costa de California, muchos de los cuales nunca antes habían sido analizados.

El Consejo Chile California

El Consejo Chile California (CCC) es una organización sin fines de lucro establecida en San Francisco, que busca facilitar la transferencia de conocimiento y la colaboración entre Chile y California aprovechando las similitudes existentes entre ambos territorios. Dentro del programa de Resiliencia Costera, destacan iniciativas concretas desde 2019. En primer lugar, la Estrategia Marino-Costera al 2030 –desarrollada post COP25 y socializada en 2020 y 2021– busca comprender e identificar las condiciones habilitantes para el cumplimiento de metas internacionales climáticas en la zona costera de Chile. Esto incluye un análisis de los problemas de diseño institucional y una hoja de ruta para abordarlos, además del diseño de modelos participativos de gobernanza basados en ciencia y la construcción de capacidades para un monitoreo efectivo de la biodiversidad, apoyado sobre los fundamentos y aprendizaje de la experiencia de California.

Posteriormente, en 2022, el CCC ha realizado un extenso estudio para la valorización económica de los servicios ecosistémicos de la zona costera de Chile, que permitirá contar con una primera aproximación del aporte económico que genera implementar iniciativas de conservación en Chile. El estudio fue realizado segmentando cada comuna costera, desde Arica a Puerto Montt, para apoyar bases de análisis para el ordenamiento territorial y la priorización de políticas públicas.

En la misma línea, el 2022 se ha estado trabajando en colaboración con la Red de Centros y Estaciones Regionales de la Universidad Católica de Chile (RCER UC) y la Natural Reserve System de las Universidades de California (UC NRS), que este año suscribieron un Memorándum de Entendimiento (MOU). El Consejo busca apoyar en la implementación de este MOU a través del programa Chile California Conservation Exchange (CCCx), donde la visita de Dirk Rosen es la primera del ciclo “Intercambios 2022-23”. Esta actividad permitió dar a conocer la importancia de un monitoreo efectivo como herramienta clave de medición e implementación de políticas de conservación costero-marina y desarrollo sostenible, donde Chile tiene una enorme oportunidad para habilitar próximos pasos en esa dirección.

Una oportunidad para Chile

Actualmente, en Chile existen cuatro tipos de Áreas Marinas Protegidas, y dos de ellas son exclusivamente acuáticas: los Parques Marinos, donde no puede efectuarse ningún tipo de actividad, salvo aquellas previamente autorizadas y destinadas para propósitos de observación, investigación o estudio; y las Reservas Marinas, donde solo pueden efectuarse actividades extractivas por períodos transitorios con autorización de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura.

En la última década, Chile ha realizado importantes avances en materia de protección de áreas marinas. Entre 2014 y 2018, Chile pasó de proteger un 4,3% de la Zona Económica Exclusiva a cerca del 40%, involucrando 10 Parques Marinos que cubren 85.752.211 hectáreas (ha) y 5 Reservas Marinas que cubren 8.350 ha.

Sin embargo, cabe destacar que alrededor del 90% del maritorio protegido se concentra en tres ecorregiones: Archipiélago de Juan Fernández, Islas Desventuradas y Rapa Nui, y el resto en Patagonia. Por lo tanto, la zona costera de Arica a Puerto Montt todavía tiene un vacío en esta materia, sobre todo porque es una proporción importante de Chile, donde coexisten muchos intereses por usos con un crecimiento demográfico significativo.

Por otra parte, los resultados de un reciente estudio de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura no son alentadores: 10 de las principales pesquerías de Chile se encuentran sobreexplotadas y 6 agotadas o colapsadas, que en su conjunto equivalen a más de la mitad de las pesquerías analizadas por la investigación.

“La mera existencia de AMPs no garantiza actualmente la reducción de las amenazas que enfrentan los ecosistemas marinos del país”, ha sostenido el Dr. Américo Montiel San Martín. Ante esto, es necesaria una distribución geográfica de AMPs interconectadas con representatividad ecológica y un plan de manejo efectivo, con una correcta gestión y gobernanza, además de un sistema de monitoreo submarino que permita establecer una base científica de biodiversidad, tomar decisiones en base a datos reales y medir su impacto en el tiempo.

La experiencia de California genera curvas de aprendizaje provechosas para Chile, donde existen similitudes relevantes en los procesos que se vivieron en California. En términos demográficos, la población de California cuando se promulga el Coastal Act en 1976, que creó la California Coastal Commission, era similar a la población actual de Chile, y –al revisar la historia– los procesos sociales que se vivían en la costa del Estado Dorado esos años eran muy similares en cuanto a la tensión entre la conservación y el desarrollo de infraestructura.

Por esto, el Consejo Chile California facilitó la visita de Dirk Rosen de MARE Group con el apoyo de Alejandro Pérez Matus, Profesor de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica y director del Núcleo Milenio para la Ecología y Conservación de los Ecosistemas de Arrecifes Mesofóticos Templados (NUTME) y Liesbeth Van Der-Meer, directora ejecutiva de Oceana Chile, además del equipo CCC.

La visita de Dirk Rosen buscó construir capacidades en Chile en base a la experiencia de más de 20 años realizando este tipo de monitoreo submarino para el Gobierno de California. A su vez, se buscó resaltar con su venida la importancia de realizar un monitoreo submarino profundo como herramienta para diseñar, implementar y medir iniciativas de conservación efectivas para la protección de biodiversidad marina y recuperación de hábitats productivos. La visita permitió evaluar alternativas para realizar esta tarea de manera efectiva y a bajo costo en Chile, construyendo capacidades locales.

Durante la visita se sostuvo encuentros en Santiago y Valparaíso con diversas autoridades, académicos y estudiantes. Se realizaron importantes mesas de trabajo y reuniones en el Ministerio de Medio Ambiente (MMA), la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), y la Vicerrectoría de Investigación e Innovación de la Pontificia Universidad Católica. En cada encuentro, Dirk Rosen presentó la experiencia de California y el modelo de monitoreo de la red de AMPs realizado por MARE, haciendo énfasis en las similitudes y oportunidades que existen para implementar este modelo en Chile, que tiene la gran oportunidad de cuidar sus océanos apoyándose en la ciencia y la tecnología.

Biografías

Matías Alcalde es ingeniero civil de la Pontificia Universidad Católica de Chile con especialidad en ingeniería hidráulica. Ha trabajado como ingeniero de recursos hídricos, desarrollador de proyectos, controlador y analista financiero en Private Equity y gerente del Hotel Alaia. Fue director ejecutivo de la Fundación Punta de Lobos por 4 años en Pichilemu, Chile. Matías fue cofundador de la ONG Costa Sur, y es director de la Fundación GiveSurf. También es miembro de la Red de Filantropía Ambiental de Chile. Actualmente, se desempeña como director ejecutivo del Consejo Chile California (Chile California Council). Matías además es parte del Equipo de Liderazgo de Plataforma Costera.

Franco Guillón es ingeniero comercial de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Anteriormente, se desempeñó como Consultor Estratégico y de Innovación en INNSPIRAL, consultora chilena de innovación, donde estuvo involucrado en la instalación de capacidades de innovación, validación de prototipos y exploración, desarrollo y aceleración de nuevos negocios. Actualmente, se desempeña como Program Manager del Chile California Council.

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