Núcleo Milenio MASH
El reciente estudio “Impact of persistent barrier to gene flow and catastrophic events on red algae evolutionary history along the Chilean coast” realizado por investigadores del Núcleo Milenio MASH financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), analizó la diversidad y estructuración genética de cuatro morfoespecies de algas rojas a lo largo de la costa chilena, enfocándose en cómo los eventos de vicarianza histórica y los procesos estocásticos han influido en la historia evolutiva de estas especies.
El estudio investigó la influencia de barreras físicas estables tales como zonas de surgencia y eventos catastróficos en la historia evolutiva de las algas Mazzaella laminarioides, Mazzaella membranacea, Asterfilopsis disciplinalis y Ahnfeltiopsis vermicularis de la región, con resultados que revelan quiebres genéticos en el norte de Chile (entre los 30°S y 33°S) posiblemente generado por cambios en la temperatura del mar y circulación del océano hace millones de años, donde las actuales zonas de surgencias presentes siguen funcionando como una barrera importante para la migración.
Por otro lado, el estudio sugiere que eventos estocásticos más recientes como los terremotos o tsunamis son los principales impulsores de la divergencia y estructuración genética en la parte centro-sur de la costa chilena (entre los 36°S y 40°S).
Los autores del estudio, Oscar R. Huanel, Alejandro E. Montecinos, Francisco Sepúlveda-Espinoza y Marie-Laure Guillemin, están afiliados a diversas instituciones, incluyendo el centro GEMA de la Universidad Mayor, la Pontificia Universidad Católica de Chile, y la Universidad Austral de Chile.
Origen, diversidad y conservación de algas
Es importante destacar la relevancia de esta investigación debido a su contribución “en el entendimiento de la diversidad y distribución de organismos marinos a lo largo de la costa chilena, ya que señala que algunos eventos muy locales y transitorios como los efectos de los terremotos en las poblaciones de algas costeras pueden dejar huellas genéticas que perduran por muy largos tiempos afectando la evolución de las especies”, indicó el grupo de investigación.
Además, resalta la zona entre los 30°S y 33°S, ubicada entre Coquimbo a Maitencillo, como una barrera clave para el flujo génico y diversificación de especies proporcionando información crucial para la conservación y gestión de recursos marinos en esta región.
Finalmente, la directora del Núcleo Milenio MASH, Dra. Carolina Camus, valoró este estudio sobre todo desde el punto de vista de la agronomía marina, “ya que nos permite reconocer el efecto que esto eventos tienen sobre la distribución genética de especies de algas lo que es muy relevante, ya que uno de los aspectos que debemos atender al cultivar estos recursos es el origen de las “semillas”. Al conocer la estructura genética de una especie, podemos determinar la procedencia de los parentales que se utilizarán para producir las semillas que se sembrarán en un área dada, evitando generar modificaciones en la distribución natural de su diversidad genética”.